En el ayuntamiento de Carballedo se encuentra la iglesia románica de Santo Estevo de Chouzán que, tras la construcción del embalse de Os Peares, fue trasladada por el arquitecto Pons Sorolla al emplazamiento actual, como sucedió con la de San Xoán da Cova. El primer documento donde encontramos referencia a este templo data del siglo X, cuando don Pelayo, obispo de Lugo, incluye en las últimas voluntades de su testamento una generosa donación a la catedral lucense en la que figura una mención al monasterio masculino de Chouzán.

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Será a mediados de siglo XII cuando el monasterio viva una de sus etapas más importantes: se restaura la vida monástica, pero, tras la prohibición de templos dúplices, como comunidad femenina, regida por la misma orden que Oseira. Del antiguo monasterio solo se conserva la iglesia, que se construyó en el siglo XII, aunque sufrió bastantes alteraciones con su traslado. La planta actual consta de una única nave, realizada en esquisto de nueva construcción, con algunos elementos románicos reutilizados. La cabecera es semicircular,  totalmente realizada en granito. Es la original, aunque se alteró la longitud de su tramo recto. Para asentar el templo en el nuevo emplazamiento se construyó una plataforma, debido a la fuerte pendiente del terreno.

El interior es amplio y diáfano. Los capiteles presentan decoración vegetal e historiada (Adán y Eva, dos arpías, un juglar…). La bóveda de cascarón se cubre con pinturas murales donde se representa un Juicio Final (siglo XVI).