La Ribeira Sacra está considerada el punto europeo con mayor concentración de arquitectura románica.


Iniciamos el camino en la localidad de Ferreira de Pantón, muy cerca de Monforte de Lemos y de Ourense, para acercarnos al Monasterio de las  Bernardas.

Durante nuestra visita descubriremos todos los tesoros del único monasterio de toda la Ribeira Sacra en el que todavía pervive la vida religiosa, y que ha mantenido siempre su función desde que fue fundado (en el siglo X, como monasterio benedictino y dúplice).

El Monasterio de las Bernardas es un conjunto arquitectónico único, marcado por su pasado cisterciense: en 1175 fue anexionado  a la Orden del Císter. Vamos a visitar la iglesia románica, del siglo XII, donde seguiremos las pistas del maestro cantero, un escultor experimentado que conocía los trabajos de la catedral de Santiago.

Entraremos en las dependencias monacales, tras admirar la fachada barroca, del siglo XVIII, para acceder al claustro renacentista, del siglo XVI, y podremos ver la bellísima escultura románica de la Virgen con el Niño, datada entre finales del siglo XII y principios del XIII. Es una talla impresionante, de la que hay una reproducción en la iglesia del monasterio. Se encontró escondida tras una ventana tapiada en 1975, mientras se hacían tareas de restauración y limpieza con motivo del octavo centenario de la anexión del monasterio a la orden del Císter. Otra joya de este monasterio son los almendrados, pastas golosas y bolitas de coco que las monjas elaboran artesanalmente, y que tienen a la venta.

San Fiz

Desde Ferreira de Pantón nos acercamos a la parroquia de San Fiz de Cangas, donde vamos a encontrar una iglesia preciosa, que perteneció a un antiguo monasterio de monjas benedictinas del que no se conservan restos. Este templo románico, del siglo XII, conserva en su interior capiteles zoomorfos bastante toscos, con representaciones de monos, gatos y leones, y capiteles con decoración vegetal, hojas y piñas o uvas. Como otras iglesias de la Ribeira Sacra, en sus muros aparecieron pinturas murales del siglo XVI, que fueron restauradas, y en las que está representado el martirio de San Sebastián. El maestro de esta iglesia no parece muy versado, pero debió de trabajar con el de la vecina Eiré y quiso realizar algo parecido en Cangas.

San Miguel de Eiré

Turno ahora de una de las iglesias más interesantes del románico gallego: San Miguel de Eiré, que formaba parte de un antiguo monasterio de monjas benedictinas, fundado en el siglo XII, del que solo se conserva la iglesia después de la reforma. En su exterior hay muchas joyas, como la puerta del lateral norte, con chambrana decorada con ajedrezado. Dentro encontramos más tesoros: restos de pinturas murales, del siglo XVI, y una pila bautismal. Al maestro de esta iglesia, anónimo, algunos autores lo vinculan al taller de San Pedro de Tejada (Burgos) que trajo ideas novedosas al románico gallego.

Nuestra ruta por Pantón termina en la iglesia de San Esteban de Atán, de origen prerrománico (se conserva una celosía sobre el arco triunfal, además de tres piezas en la torre). La iglesia es de principios del siglo XIII, y, como San Juan de Portomarín, Santa María de Pesqueiras, San Esteban de Ribas de Miño y la catedral de Ourense, está vinculada al taller del maestro Mateo. El interior es sencillo pero maravilloso, tanto como el enclave en el que se encuentra este templo, muy cercano al Miño, en un valle de cuento.

Atán

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