En el ayuntamiento de Taboada encontramos una de las iglesias más interesantes del románico de la Ribeira Sacra: San Pedro de Bembibre.
La iglesia se sitúa en un hermoso paraje de castaños y robles, muy próxima a la capital del municipio, Taboada. Una leyenda local señala la presencia de un monasterio en estas tierras, pero no contamos con documentación que verifique dicha creencia.
El templo presenta planta de nave única y cabecera semicircular, precedida por un tramo recto. En su fachada, dos incisiones delatan la presencia, en otros tiempos, de un pórtico a dos aguas que protegía la portada principal. Esta exhibe una triple arquivolta sustentada en columnas con rica decoración en todos sus elementos, incluidos bases y fustes. La mitad de sus capiteles son vegetales y los restantes se adornan con animales y un humano que porta un saquito colgado del cuello. Este último, según el historiador Jaime Delgado, representa a un avaro.
La portada lateral también está ricamente decorada con motivos similares a los anteriores. En su tímpano, una inscripción nos incida el año de su construcción: 1191. Es de destacar además uno de sus cuatro capiteles, ornado con un león y un basilisco, animal mitológico siempre presente en los bestiarios medievales.
En su interior destacan las numerosas marcas de cantero que han quedado a la vista tras desencalar sus muros y, al mismo tiempo, las pinturas murales del siglo XVI. En ellas se observa un Calvario, una Anunciación y a los santos Antonio, Blas y Cristóbal.
La cabecera oculta su fábrica románica con un retablo barroco que cubre todo el ábside y en cuyo centro se localiza el patrón del templo, San Pedro. En el muro norte, también desfigurando la estructura románica se sitúa el sepulcro del siglo XVII de don Juan de Taboada y Ribadeneyra, conde de Taboada.